Cuando imaginamos a una persona cerrando los ojos con fuerza y frotándose lentamente la nuca con la palma de la mano, la imagen nos evoca cansancio. Nuestro cuello es el testigo del dolor o la sobrecarga del estrés diario, síntomas tan manifiestos como comunes en nuestra sociedad. La actividad cotidiana provoca que nuestro cuello no solo soporte el peso de nuestra cabeza, sino también el de todas las cargas y actividades físicas que realizan nuestros brazos a lo largo de […]