La gran mayoría de la población tiene o tendrá a lo largo de su vida dolor de espalda. Es un síntoma que se asocia con frecuencia a la hernia discal, una dolencia producida por el desplazamiento de uno de los discos intervertebrales que presiona la raíz de las terminaciones nerviosas.
El primer síntoma de que se padece una hernia discal es un dolor agudo, repentino y violento en intensidad que se ve acompañado de las sensaciones mencionadas anteriormente.
Un dolor que es mucho más notorio cuando se permanece de pie que cuando se camina, quien lo padece encuentra alivio al tumbarse y no al sentarse.
Aproximadamente, el 90 por ciento de los aquejados de dolor de espalda en Asturias, cuando éste es producido por una hernia discal, mejoran de forma considerable con un tratamiento conservador a base de reposo, analgésicos, antiinflamatorios, modificaciones del estilo de vida, fisioterapia, etc. sólo un 10% precisa de una intervención quirúrgica.
En cualquier caso, antes de pasar por el quirófano, es recomendable la visita a un especialista de neurocirugía que someterá al paciente a una exhaustiva exploración de toda la columna buscando signos de irritación de las raíces nerviosas, y encargará una serie de pruebas diagnósticas, generalmente resonancia magnética y electromiografía para determinar el diagnóstico preciso del alcance de la lesión y, de este modo, decidir si es necesaria la intervención o puede ser tratada de una forma más conservadora.